Miserable aumento

TIEMPO Y ESPACIO / Jaime Luis Soto

2017-11-21

Jaime Luis Soto

A algunos partidos políticos no se les quita la costumbre de buscar o aceptar a personajes de la farándula artística para promoverlos como candidatos a puestos de elección popular con la evidente intención de que les acarreen votos y salir bien librados de los procesos electorales. (Léase: Para no perder el registro y seguir gozando de las benditas prerrogativas).

RIGOBERTO RODRIGUEZ RANGEL, dirigente estatal del Partido Encuentro Social reveló que el actor tamaulipeco EDUARDO VERASTEGUI está buscando que lo postulen como candidato presidencial.

Y por supuesto, el PES  no ve con desagrado la propuesta de VERASTEGUI.

Hay que decirlo, el actor oriundo de Xicoténcatl ha tenido sonados triunfos en el cine internacional y tiene mucha fama a lo largo y ancho de México.

(En el 2015 fue productor de la muy exitosa película “Little Boy” cuya historia llegó hasta el corazón de millones de cinéfilos).

VERASTEGUI, a quien se le considera un excelente actor y un extraordinario ser humano con sensibilidad, ha impulsado campañas para una mejor convivencia entre las familias mexicanas.

Eso es aplaudible…

Lo que se reprueba es que algunos partidos políticos anden buscando -o aceptando- a artistas para convertirlos en candidatos al vapor con el propósito de asegurar su supervivencia más allá de un proceso electoral.

Y claro, no perder las jugosas prerrogativas…

Lo triste de este asunto es que la ciudadanía ya no simpatiza con los partidos políticos que son vistos como verdaderos lastres y por eso las candidaturas independientes tuvieron mucho éxito aunque después quienes las asumieron decepcionaron (ahí te hablan, BRONCO).

En el caso de EDUARDO VERASTEGUI, y en la hipótesis de que sea candidato del PES y ganara en el 2018, quizás pudiera ser un buen Presidente.

Por los pronto, a los tamaulipecos nos daría mucho gusto que apareciera en las boletas electorales.

Sin embargo, es lamentable que existan dirigentes de ciertos partidos políticos que andan desesperados buscando personajes con fama para convencerlos de que sean candidatos y así poder captar votos.

Son dirigentes partidistas ambiciosos y ni siquiera se preocupan por ocultarlo o de perdido, disimularlo…

A propósito, por los rumbos del PRI su dirigente estatal SERGIO GUAJARDO MALDONADO no se anduvo con rodeos y aceptó que es casi seguro que ENRIQUE OCHOA REZA no venga a Tamaulipas al menos en lo que resta de este 2017.

Ante ello, la percepción de no pocos priistas es que el líder nacional del partido tricolor los ha abandonado a su suerte y que le hagan como puedan para sacar al buey de la barranca.

OCHOA REZA está más ocupado en atacar y atacar sin descanso alguno a ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR acusándolo de todo.

Y eh ahí el meollo del asunto: El dirigente priista debe de atender a su partido para reforzarlo pero ha caído en la creencia de que criticando al PEJE el PRI se fortalecerá.

Grave error…

Y este miércoles por la tarde, la activista de los derechos de la mujer, NAYMA KARINA BALQUIARENA PEREZ presentara en la Plaza Juárez (15 Hidalgo) su planilla del Proyecto Vive Victoria Independiente A.C.

Inmediatamente después se trasladará a las oficinas del IETAM para dejar constancia de su manifestación como aspirante a Presidenta Municipal de Victoria por la vía independiente.

El proyecto de NAYMA KARINA ha despertado el entusiasmo de muchos victorenses que simpatizan con sus aspiraciones de participar en el 2018.

Lo que ha provocado verdadera indignación es el anuncio de que el salario mínimo tendrá un miserable incremento y pasara de 80.04 pesos a 88.36.

Una vez más la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) se burla de los mexicanos al autorizar un pinchurriento incremento que no significa para nada un alivio para la maltrecha economía de millones de trabajadores.

Desde tiempos inmemoriales, el salario mínimo que se paga en México ha sido sumamente bajo y no permite ni siquiera la sobrevivencia de quienes lo ganan.

Y a la memoria llega aquella frase que alguien acuñó con gran sabiduría popular: “¡Salario mínimo al Presidente, para que vea lo que se siente!”.

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