Inversión productiva
TEMAS LIBRES / Jaime Elio Quintero García
2018-01-01
TEMAS LIBRES / Jaime Elio Quintero García
2018-01-01
Buen reporte de inversión anunció recientemente la Secretaría de Energía mexicana, además de los resultados deficitarios que ofreció para el año que concluye, las empresas Pemex y Comisión Federal de Electricidad, cuyo monto bien está decirlo viene en descenso año con año. Son 4 mil millones de dólares en ductos y 12 mil millones más para extender la red de gasolineras, lo que por supuesto no es asunto menor, pues son inversiones directas que fortalecerán la infraestructura de México, y elevarán su nivel de competencia internacional.
No es, repito, asunto de trámite menor si contextualizamos las circunstancias por las que atraviesa el mercado energético mundial, y el petrolero en particular, marcado principalmente por la baja del 50% en los precios del crudo, y la reaparición de Estados Unidos como exportador mundial de dicho recurso.
Para México, estos datos son una bocanada de aire fresco, sobre todo por la creciente falta de apetito petrolero por parte de los inversionistas internacionales, asunto que ha dejado en un devenir lento los benéficos flujos de capital, que suponía la reforma energética mexicana. El tema de almacenamiento y transporte de combustibles le está permitiendo a Pemex crecer en términos de abasto suficiente y oportuno a estaciones de gasolina que venden al menudeo en el Noroeste mexicano.
En comunicado adjunto, la petrolera mexicana reportó que su rendimiento neto positivo alcanzó los 19 mil millones de pesos, al 30 de Septiembre de 2017, cifra que no reportaba desde el año 2012. En tanto que la Comisión Federal de electricidad reportó una disminución en sus pérdidas de casi el 60%, pues pasó de 6,989 millones en 2016, a 2,352 millones en 2017, lo que es destacable ya que ha mantenido la tendencia hacia la baja en su nivel de pérdidas anuales.
Ni duda cabe que ambas empresas nacionales van en buen camino de convertirse en los próximos años en verdaderas empresas productivas para el país. En el sobreentendido de que el saneamiento financiero y operativo de estas grandes unidades productoras de energía, es difícil por su complejidad constitutiva, y gran déficit laboral acumulado durante el largo período de tiempo que duró la economía cerrada y la transición del desarrollo estabilizador a la economía abierta y de mercado libre.
En un tema que es necesario insistir hoy, mañana y siempre, es el de no permitir que la política y los procesos electorales nacionales se crucen indebidamente y para mal, en el manejo aseado y de depuración que estas dos empresas nacionales deben sostener para siempre. Se ha invertido tanto esfuerzo y capital político del régimen actual, en este propósito, que resulta por demás ocioso y aberrante salir ahora, conque cambiamos de proyecto de país y regresemos al nefasto pasado de los nacionalismos duros y radicales.
De las tres fuerzas políticas que se disputan la elección federal del 2018, tan solo una, la que ustedes ya saben, como dice su propio comercial electoral, es la que amenaza con destruir los avances y logros actuales y futuros. Las otras dos restantes al parecer no amenazan llegar tan lejos, la del PRI, es continuar transformando y consolidando el proyecto reformista puesto en marcha, y la tercera, en realidad ni se ocupa ni preocupa, ya que carece de fuerza ideológica y sus postulados son simplemente ofertas novedosas y carentes de factibilidad.
NOS VEMOS Y LEEMOS EL PRÓXIMO MARTES.
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