La felicidad

ENFOQUE / Salomón Beltrán Caballero

2019-10-21

Salomón Beltrán Caballero

Un grupo de amigos tratábamos de definir el concepto de felicidad bajo los principios de nuestra propia experiencia, hubo tanta participación, como diferentes puntos de vista sobre el tema, de ahí que no llegamos a una conclusión. Si nos apegamos a una definición etimología el origen de la palabra felicidad se encuentra en el latín, proviene del vocablo felicitas que se traduce como “fértil”. La felicidad produce satisfacción, lo que es agradable al estado de ánimo; en lo particular me quede con la idea de que la felicidad no es algo que pueda definirse, porque puede tener variadas expresiones y alcances, si acaso, se llaga a pensar que es una sensación fisiológica gratificante que puede sentirse en menor o mayor grado, de acuerdo como se experimente la emoción que la produce. La felicidad puede ser intermitente, pero no continua o permanente, porque el mismo cuerpo necesita de un estado de reposo para recuperar un estado de equilibrio que permita poder identificar las diferentes emociones que integran nuestra respuesta a los estímulos externos  o internos, ligados todos al pensamiento.

Muchos de nosotros sabemos cómo allegarnos una descarga de felicidad, pero no depende exclusivamente de nuestra voluntad, sino de una serie de variables, que condicionan un momento emocional dado en el tiempo, para generar esa descarga de las hormonas ligadas a la felicidad: endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina. 

El estímulo condicionante para liberar estas hormonas, podría, incluso, no estar presente para actuar en forma directa, el pensamiento es tan poderoso, que puede evocar recuerdos que pueden hacer que se dispare la secreción hormonal citada.

La felicidad entonces, podría no estar ligada o sujeta a una línea cronológica que define los tiempos, pasado, presente y futuro; pero sí relacionado con esos tiempos, cuando  nuestra mente dispone que sea así. 

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