Fin al fraude electoral

POLVO DEL CAMINO / Max Avila

2020-06-23

Max Avila

Andrés Manuel López Obrador advirtió que se convertirá en guardián del proceso electoral del próximo año, y sus adversarios pusieron el grito en el cielo: “¡qué no se involucre porque solo es el presidente!”.

Y en efecto, no debe mezclarse porque el voto es un derecho que el ciudadano ha de ejercer con toda libertad, sin admitir influencia de ninguna especie.

Sin embargo AMLO está en la obligación de garantizar el imperio de la democracia, sobre cualquier interés, sea del color que sea, incluso de MORENA. Algo que no hicieron cuando menos, los últimos seis ejecutivos federales.

(Al contrario, fueron campeones de la antidemocracia y paladines de la simulación, en todas sus modalidades).

Ahora hasta el consejero-presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, (que de “Lorenzo” no tiene nada porque todo lo hace bien cuerdo con el medio millón de pesos que cobra cada mes), presume que el proceso electoral “ya tiene su guardián”, como si no supiéramos que el organismo se convirtió en fuente de dudas originadas por el modus operandi del neoliberalismo.

 En esta ocasión y porque les conviene, los conservadores hacen como que no escucharon la parte complementaria de lo dicho por el Presidente, sea la que se refiere a que ya no habrá las trampas del pasado.

AMLO fue muy claro: no se permitirá “embarazar” urnas, comprar votos, utilizar recursos públicos, alterar actas, etc; porque son delitos graves, sin derecho a fianza, así lo define la ley.

Y por supuesto quienes la violenten tendrán que responder…”sobre aviso no hay engaño”, como dicen por ahí.

Se trata de que no existan engaños y que la voluntad popular defina a sus gobernantes, viendo por el bien de sus comunidades.

Y no puede haber mejor garantía que el compromiso de AMLO para que así suceda. En este sentido, las críticas y ataques en su contra, es politiquería bajo el objetivo de enturbiar el futuro inmediato de la república.

No se trata de intervenir, sino de vigilar que todo se realice conforme a la legalidad, y donde haya irregularidades, denunciarlo ante las autoridades respectivas, dándole seguimiento para evitar complicidades.

Andrés Manuel lo dice por experiencia.

Y es que él fue víctima, desde los tiempos en que se convirtió a la oposición en el mismo PRI, cuando formó parte del grupo que hacia el interior exigía democracia, allá por el 88, cuando el neo liberalismo encabezado por De la Madrid seleccionó a Salinas de Gortari como su candidato presidencial, que más tarde diera lugar “a la caída del sistema”, maniobra mediante la cual, se supone, arrebataron al triunfo a Cuauhtémoc Cárdenas.

No olvidéis que Diego Fernández de Cevallos, líder de bancada panista en el congreso, fue señalado como partícipe del presunto fraude, al aprobar la quema de boletas que la oposición exigía ser contadas una a una.

(Algo parecido a lo que sucedió en el 2006).

El llamado “jefe”, que ahora enjuicia y condena desde cualquier tribuna, las acciones del supremo gobierno, que quiéralo o no, es producto de la democracia.

De manera que este lunes AMLO habló claro, tanto que mencionó al INE como el organismo más costoso del mundo en su especie, lo cual no significa que sea confiable, según sus palabras.

Y sus razones tiene para dudar que el INE responda a la confianza de las mayorías. Recordéis que avaló “el triunfo” de Felipe Calderón cuando los mexicas estábamos seguros de la victoria de AMLO.

De haber existido entonces honorabilidad, México hubiera evitado millones de pobres producto de la corrupción disparada en los últimos sexenios…No se hubieran comprado las flotillas de naves al servicio de los funcionarios y sus familias, tampoco hubiéramos padecido los enormes derroches de la burocracia de cuello blanco, ni la inmoralidad que super enriqueció a los políticos arrodillados ante el capital nacional, sobre todo el internacional.

No hubiéramos sabido del avión presidencial con costo de 7 mil 500 millones de pesos, tampoco de la tristemente célebre “casa blanca” de las Lomas de Chapultepec, ni del desmantelamiento de las refinerías de PEMEX, ni de los contratos leoninos con empresas españolas, ni de las frivolidades de las familias presidenciales, (una de ellas, la de EPN, cargó hasta con el perico cuando abandonó Los Pinos, sin que hasta ahora alguien la llame a cuentas).

Mucho menos hubiéramos sufrido la vergüenza de que México fuese considerado como uno de los países más corruptos y que EPN no solo lo aceptara, sino justificara suponiendo que esta peste era parte de la cultura nacional.

¡Haga usted el recabrón favor!.

En fin, de haberse reconocido el triunfo de AMLO en el 2006, la república hubiera avanzado un gran trecho respecto de la justicia social y fuera más humana, más solidaria y fraterna, como lo pretende el actual régimen.

Pero se perdieron doce años que fueron utilizados por el neoliberalismo no solo para empobrecer a las mayorías, sino para destruir los sueños y esperanzas de varias generaciones.

Y ni modo que sea invento.

MORENA INCONTENIBLE

AMLO procura mantenerse ajeno a su partido y así lo señala cada vez que se presenta la oportunidad.

Lo anterior ha servido de argumento a sus adversarios para asegurar que sin él, MORENA se irá a pique, primero porque no hay alguien que lo supla, y después por los enfrentamientos internos “que lo están llevando a la tumba”.

Pero fíjese que sucede lo contrario, y es que MORENA sigue siendo favorito (y con mucho), para ganar cuando menos trece, de las quince gubernaturas en juego el próximo año.

Y de igual forma, no hay duda que logrará suficiente mayoría en la cámara baja para seguir apoyando la Cuarta Transformación.

Este lunes apareció la última encuesta relativa al asunto, realizada por Comunicación Política, una de las empresas más serias del ramo.

Ahí se establece la ventaja contundente, incluso, con  nombres de algunos de  candidatos a triunfar en las respectivas entidades.

San Luis Potosí, (Esteban Moctezuma o Primo Dothe), Nayarit (Miguel Navarro), Michoacán (Cristóbal Arias), Guerrero (Félix Salgado Macedonio), Campeche (Layda Sansores), Nuevo León (Clara Luz Flores o Tatiana Clouthier), Sonora (Alfonso Durazo o Célida López).

Por otra parte, sin mencionar nombres de aspirantes, aunque sí la ventaja irreversible de MORENA; en las Bajas Californias (norte y sur), al igual que en Sinaloa, Colima, Tlaxcala y Zacatecas.

Ya sabéis que además de la diputación federal y las gubernaturas en cuestión, en el 2021 se disputarán 30 congresos locales, 1926 ayuntamientos y juntas municipales, y un titipuchal de cargos menores.

Por ahora MORENA manda en 20 congresos y se espera que rebase tal cantidad, con lo que se seguirá garantizando el respaldo de 16 más uno, requeridos para cambios constitucionales.

En cuanto el PRI, lo más probable es que a partir del próximo año quede huérfano en ocho de las gubernaturas que ahora conserva. Igual suerte el PRD con la única en Michoacán.

Respecto del PAN, tal vez triunfe en una de las cuatro que estarán en disputa el próximo proceso, pero solo en una.

Esa es la situación que difícilmente variará durante el tiempo que resta a la contienda.

SUCEDE QUE

No dudéis que los conservadores también señalen a AMLO como causante del sismo de este martes.

Y hasta la próxima.

Derechos Reservados © La Capital 2024