Lunes de reflexión

Aun cuando te encuentres roto, por pensar que te arrebataron muchas cosas que creíste te pertenecían y eran necesarias para alcanzar la felicidad plena; aun cuando el pensar en tu desventura se vuelva crónico y empieces a sentir que ante cualquier viento encontrado te puedas fragmentar en mil pedazos, yo te seguro, que si no te aferraras tanto a los fracasos, podrías ver con claridad que todo aquello que te causa pesar, sólo es producto de tu falta de fe en ti mismo y en reconocer, que la fuerza que te mueve para salir siempre victorioso de cualquier prueba, es más grande que cualquier problema y proviene de Dios, de quien posiblemente, en un momento de desesperación, por lo que llamas mala suerte, te nubló la razón y dejaste de creer en que ya fuiste salvado de la peor condonación por su hijo Jesucristo, quien venció a la muerte y resucitó para  abrirnos el camino hacia la vida eterna.

Aun cuando te encuentres roto, si te das la oportunidad de ver con atención,  que a pesar de sentirte así, muchos seres desvalidos que confían en ti, se están agarrando fuerte de ti, porque saben que la mano que extendiste cuando te quejabas y veías al cielo, fue tomada fuertemente por el Señor, y ahora te hace llegar este mensaje, para que ya no dudes más y creas en su Evangelio, para que el amor que emana de sus palabras sane todas tus heridas y tu espíritu se llene de júbilo y se convierta en el adhesivo divino que vuelva a unir todas tus partes, porque esto aún no ha terminado y Dios te tiene preparado lo mejor, sólo tienes que creer y dejar entrar a Jesús en tu corazón, para que te llene de vida y de esperanza, y que tengas la confianza de que Él nunca abandona a sus hijos en la tierra. Que Dios te bendiga y tengas una excelente semana.

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