Un “hermano incómodo” y el abrazo de Acatempan

OPINIÓN PÚBLICA / Felipe Martínez Chávez

2021-10-10

Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas.- Pues nada, que Maki Esther se ha creído que puede ser Gobernadora de Tamaulipas por las siglas de Morena  ¿se lo permitirán los militantes?. Tiene años en esta tierra pero no deja de ser forastera, externa.

Por suerte ¿o habilidades? Se apoderó de Reynosa desde hace cinco años. Ahora quiere el máximo encargo estatal luego de asegurar el ayuntamiento para su cachorro Carlos, o Makito, como mejor se le conoce.

El sábado estuvo en Miguel Alemán, viernes en Victoria y en la víspera Matamoros. La verdad es que no genera confianza. Las bases de la 4T la consideran  “caballo –o yegua- de Troya” del panismo para “reventar”  desde adentro a sus oponentes. Los nexos que sigue manteniendo con el matrimonio Calderón-Zavala le meten más dudas.

Muy extraño que sus enemigos de Palacio de Gobierno la dejaron “viva”. Abrieron fuego, le tendieron trampas pero a la hora de las definiciones no liquidaron su feudo ¿por qué causas?.

Ya no se sabe con qué bandera navega. El Registro Nacional de Militantes del PAN la sigue considerando de su gente. Si traicionó el origen azul, es capaz de traicionar dos o más veces, dicen. Los morenos no la “tragan” por usurpadora.

Cierto que hoy es la mujer  con más trayectoria en el mundo político local, pero tiene más debilidades que fortalezas. Le sería más fácil convencer al CEN panista el postularla.

Si se trata de satisfacer egos personales, ahí están los partidos “chiquillos” (como el Verde) que le resuelven el problema, o independiente.

Exhibe más debilidades que virtudes. Para comenzar no la conocen en Tamaulipas. Propiedad suya es Reynosa donde comenzó a construir un cacicazgo de dos periodos municipales y ahora su hijo. Seguro que tratará de mantener el poder por los trienios que vienen.

Busca convencer que ha sido la mejor en la historia no solo de aquella frontera sino de la entidad ¿será cierto?. Dejó una ciudad que apesta a drenaje.

Dicen los críticos que “elogio en boca propia es vituperio”. Autolevantarse   el cuello es ofensivo, una injuria  para los que escuchan. Suena a narcisismo. En última instancia es puro pico, demagogia.

Si ya dispuso meterle lana, debió contratar a gritones que lo digan, no ella.

Una segunda debilidad es que no nació en Tamaulipas. Proviene de Chihuahua. Si le permiten los morenos ser candidata- y llega a ganar con el efecto AMLO-, sería la primera vez en 150 años de historia regional que alguien ocupa el gobierno sin ser nativo de esta tierra.

Un factor más en su contra son los precandidatos reales de Morena, los que tienen años en la talacha como el puntero Américo Villarreal Anaya y Héctor Martín Garza González, los únicos con posibilidades reales de acceder a la ansiada candidatura.

Le apuesta a un elemento que quiere aprovechar a su favor: Que el fiel de la balanza diga que aquí, de entre los seis estados en que habrá elecciones en 2022, van a postular mujer. El partido no tiene damitas con suficientes medallas.

Igual el fin de semana llamó la atención de los políticos la demanda de protección de dos ciudadanos afiliados de Morena -ante el Tribunal Electoral-, para que se anule el “chapulineo” de dos diputadas hacia el PAN. Si la recibieron quiere decir que harán el análisis correspondiente.

Los que promueven, vecinos de El Mante y Matamoros, van contra las “chapulinas” Lidia Martínez López y Leticia Sánchez Guillermo, ahora flamantes azules.

Es algo inédito pero tienen razón. Ellos –los que les dieron el sufragio- votaron por la fórmula Morena-PT y no por Acción Nacional que son polos encontrados.

 Sencillo: De ser postuladas por el PAN no habrían alcanzado la victoria.

Quién sabe si los magistrados del TRIELTAM encuentren sustento para darle la razón a los denunciantes. No hay antecedentes. El “chapulineo” se da con mayor frecuencia en las cámaras federales. Muy pendientes.

Tema aparte, no pasó desapercibida la publicación de una imagen con figuras relevantes de la 4T en Tamaulipas, en que mandan un mensaje de unidad en torno al senador Américo Villarreal Anaya (al centro de ellos): Armado Zertuche Zuani, Erasmo González Robledo, José Ramón Gómez Leal y Rodolfo González Valderrama.

Ese último tituló en redes: “Más que reunidos ... Unidos!!.

En lo superficial es correcto. En el fondo hay un “abrazo de Acatempan” (de la traición) del sociólogo, que sigue desatado promoviéndose, ahora a través de los Programas Sociales del Gobierno Federal y por conducto de un “hermano incómodo” que dirige operaciones. 

A pesar de que lo sacaron “con guante blanco” de la jugada (al enviarlo de delegado), el hombre no se resigna y puso a su consanguíneo al frente de la precampaña que incluye encuestas, el regalo de una tarjeta telefónica con saldo de 50 pesos y un cubrebocas contra la pandemia.

Quiere sacar el mejor provecho para su causa a los 14 programas con 500 mil beneficiados. Son “clientes” cautivos. La bandera de la unidad es de a mentiritas y hasta pudiera haber la configuración de delito por el uso de recursos públicos y promoción personalizada.

Rodolfo no puede alegar inocencia y decir que los fines de semana es un ciudadano común para hacer proselitismo. La precampaña está en auge desde el uno de octubre con recursos frescos ¿abrazo de la traición?.

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