A propósito de las posturas ambientalistas sobre el Tren Maya

El tema de hoy / Héctor Manuel Bonilla González

2022-03-30

Héctor Manuel Bonilla González

Desde 2006 me involucré en temas ambientales con el fin de convertir un terreno de la Sierra de Tamaulipas en reserva privada, deseando parar los desmontes de grandes extensiones de esta ahora declarada Reserva de la Biósfera. 

La Sierra de Tamaulipas de aproximadamente 330000 hectáreas tiene muchas comunidades y la mayoría de ellas tienen como principal actividad la explotación forestal de la Selva Baja Caducifolia. 

El principal producto de esta actividad es el carbón vegetal, y por años absurdamente el gobierno estatal presumía de ocupar el primer lugar nacional en producción de carbón. 

Por supuesto que los pocos controles y la ineficiencia de la PROFEPA estimulan la producción ilegal. 

Para inhibir esta práctica productiva rapaz intentamos cambiar hacia actividades que agregaran valor a las maderas, de tal forma que para que un productor mejorara su nivel de ingreso requiriera un menor volumen de madera. No lo logramos; entre gobiernos estatales y municipales corruptos e ignorantes así como gobiernos federales indiferentes la idea se ha ido diluyendo. 

Hago esta analogía respecto a las selvas bajas y medianas que han sido afectadas por la construcción del tren maya porque son similares en uso a la Sierra de Tamaulipas. 

Las comunidades que la habitan representan una gran presión para el bosque si su principal actividad para vivir depende de la apropiación directa del mismo. 

La alternativa del turismo y todas sus actividades relacionadas traerá una disminución de la presión en las selvas. 

Por supuesto que a todos nos gustaría contar con extensiones de selvas prístinas pero las comunidades ya existen, el equilibrio se rompió desde hace mucho tiempo y ni modo de sacarlas de su territorio. 

Creo que lo mejor para el ambiente y el hombre es un mejor balance entre conservación y desarrollo social.

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