Los observadores de aves en EU de América
CIENCIA Y SOCIEDAD / Felipe Eduardo San Martín González
2024-06-22
CIENCIA Y SOCIEDAD / Felipe Eduardo San Martín González
2024-06-22
LOS OBSERVADORES DE AVES EN ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.
SOCIOLOGÍA E IMPACTO ECONÓMICO
¿Cómo definir una persona cuyo pasatiempo es la observación de aves? Ciertamente no es aquella que se topa con un ave mientras podando el zacate, asando carne en el campo o en su casa, o visitando un zoológico que cuenta con un aviario. Por el contrario, de acuerdo con el reporte 2020 de la Encuesta Nacional de la Recreación Asociada a la Pesca, Caza y Observación de Vida Silvestre, conducida por el Servicio Estadounidense de Pesca y Vida Silvestre “para ser considerado observador de aves (en lo sucesivo OA), un individuo debe darse a la tarea única de observar aves en las inmediaciones de su hogar o viajar 2 km o más, partiendo de su casa, para observarlas, registrarlas mediante anotaciones o fotos y tratar de identificarlas”.
En los Estados Unidos de América cerca de 96 millones de personas (más del 35% de la población de 16 años o más) observan aves, las alimentan o les toman fotos; visitan parques públicos para observarlas; o mantienen plantaciones artificiales o áreas naturales alrededor de sus hogares para el beneficio de ellas.
De aquel total, 35 millones dedican su actividad cerca de su casa mientras que 28 millones son considerados “OA activos” dado que viajan a practicar su pasatiempo una o dos veces al año a diferentes partes, incluyendo países distintos al suyo en el Continente Americano como Brasil, Colombia, Perú, Costa Rica y México.
Como regla general, los observadores de aves son personas con alto grado de educación (25 % con estudios universitarios o de posgrado) y situación económica desahogada (24 % que gana 75 000 dólares o más al año). El 30 %, que representa la mayoría, son adultos de 55 años o más mientras que el 6 % son la cohorte de 16-24 años. A diferencia de los cazadores y pescadores que en su mayoría son hombres, la mayor parte de los OA son mujeres (56 %).
En lo que se refiere a raza y etnicidad, los OA blancos son la mayoría (24%), seguidos de los hispanos (8 %), afroamericanos (7 %) y asiáticos (4 %).
¿Dónde y que tipo de aves observan los estadounidenses que viajan más de 2 km desde su casa dentro de su tierra o a otros países? El 75 % declaró prefiere observar aves acuáticas (patos, gansos, zambullidores), populares también son las aves de presa (halcones, aguilillas, águilas) con el 72 %, siguen en popularidad las aves canoras (68 %) como los cardenales y mirlos, y otras aves acuáticas como los playeros y garzas (60 %).
Dada la facilidad de “pajarear” en el patio de su casa, los OA dedican 9 veces más días a su entretenimiento que aquellos que lo hacen a más de 2 km de su hogar. En 2020, el número de días promedio al año de los OA fue de 110: para los de patio fueron 119 y 13 para los viajeros. Es de notar que los OA del estado de Mississippi promediaron 155 días al año por observador.
En cuanto al impacto económico de la observación de aves en los Estados Unidos de América, los OA gastan dinero en una variedad de productos y servicios relacionados con sus viajes, equipo y vestimenta. Los gastos de viaje incluyeron comida, alojamiento, transporte y otros incidentales relacionados con diversión principalmente. Gasto en equipo incluyó binoculares, cámaras, lentes, equipo de campaña, guías de campo, aplicaciones digitales y ropa y calzado adecuados.
Un estudio del Servicio Estadounidense de Pesca y Vida Silvestre consigna que la observación de aves es un gran negocio. En 2022, más de 6 dólares de cada 10 se gastaron en recreación relacionada con la vida silvestre (incluidas la pesca y la caza), citando que el enfoque más importante se centró en la observación de aves. En conjunto, los observadores norteamericanos de vida silvestre gastaron en 2023 más de 250 000 millones de dólares en equipo como binoculares, cámaras fotográficas y comida para aves (un promedio de 2 188 dólares por persona).
En 2020, los OA se estima gastaron 15 000 millones de dólares en viajes y 26 000 millones en equipo. En cuanto a gastos de viaje, el 52 % lo destinaron a comida y alojamiento, 34 % a transporte y 14 % a otros como pago a guías, peajes y renta de autos. El gasto en equipo se distribuyó relativamente igual entre aquél que sirve para observar vida silvestre (29 %), equipo especial como cámaras, etc. (37 %) y otros artefactos (30 %). Los 41 000 millones de dólares gastados en viajes y equipo en 2020, generaron una entrada total de 107 000 millones para algunas ramas industriales estadounidenses asociadas con la observación de aves. Por otra parte, los gastos de los “pajareros” crearon 660 000 empleos, 31 000 millones de dólares en salarios y 13 000 millones de impuestos locales y federales.
Finalmente, tengo para mí que parte de ese gran mercado que constituye la observación de aves en Estados Unidos (es pertinente contar a los OA canadienses que son alrededor de 8 millones), como el del Valle del Río Grande en Texas con 98 000 “pajareros” y gastos por 744 millones de dólares al año, puede ser aprovechado en Tamaulipas, en particular por Ciudad Victoria que tiene excelentes hoteles y un circuito culinario diverso y atractivo que va de comida vernácula hasta la denominada fusión. Además, nuestra ciudad capital es un punto estratégico por su ubicación geográfica desde donde el OA puede hacer base para desplazarse a las costas de Soto La Marina y Aldama, cuerpos de agua dulce como ríos o presas en Ciudad Victoria, Güémez y Padilla, la parte tamaulipeca del Desierto Chihuahuense en Miquihuana, el matorral desértico en Jaumave, Palmillas y Tula, los bosques tropicales de Gómez Farías y Ocampo, y la Sierra Madre en Hidalgo, Güémez Victoria y Jaumave con sus ecosistemas de encino, encino-pino y el bosque de niebla (conocido también como Bosque Mesófilo de Montaña) más norteño del Continente Americano, todos ellos sitios que albergan definitiva o temporalmente alrededor de 550 especies de aves, algunas endémicas, otras residentes y otras más transitorias o visitantes de verano e invierno.
Referencias Bibliográficas
Living Bird Magazine. IV:2024.
United States Department of the Interior, United States Fish and Wildlife Service, and United States Department of Commerce (2008).
U.S. Census Bureau (2020).
National Survey of Fishing, Hunting, and Wildlife Associated Recreation (2016, 2023).
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