El tío Sam está de fiesta!
DESDE EL RETIRO / Liborio Méndez Zúñiga
2024-11-06
DESDE EL RETIRO / Liborio Méndez Zúñiga
2024-11-06
Los mexicanos no terminamos de conocer la idiosincrasia de los vecinos del Norte, y tal vez nos gane el estereotipo del cine o la lapidaria frase “gringos go home”. Quienes tenemos familiares migrantes y residentes allende el Río Bravo, sabemos un poco más de los norteamericanos, pero no entendemos su bipartidismo entre dos partidos que renunciaron al voto ciudadano y optaron por una democracia de un congreso electoral de ciudadanos ilustres, es un decir, que sospechamos representan el destino manifiesto del Tío Sam y su grito de guerra “América para los americanos”.
Saber de niño que la NASA había llegado a la Luna, no pudo causar más que admiración por los tres astronautas plantando la bandera americana. Por cierto, hubo quienes dijeron que era un fotomontaje, hasta que los rusos mandaron a la perrita Laika, que volvió sana y salva.
Luego los westerns y las matanzas de indios nos lavaron el coco de buenos y malos, pero en mi caso y mi generación, dos películas fueron claves para asomarse a la idiosincrasia del pueblo norteamericanos: El Padrino, que desnuda los entresijos de la mafia y la corrupción de los políticos y policía, y el Watergate que hizo que un presidente renunciara, por cierto, del partido republicano. Pero eso sí, el Tío Sam no dio permiso a Hollywood para que se esclareciera la verdad del magnicidio de Kennedy. Nos vendieron la trama de Aburto, como en el caso Colosio.
Alguna vez, un ilustre tampiqueño, el doctor en ciencias Carlos Wild Altamirano (QEPD), hizo una estancia en varias universidades gringas sobre educación comparada. Le pregunté sobre su experiencia con los académicos con los cuales alternó, y me dijo lacónicamente: son buenos en su especialidad, pero les falta cultura universal, ignoran la Historia. Sopas, perico!
Cuando me asomé a la filosofía de la segunda emancipación propuesta por el Dr. Enrique Dussel, comprendí la teoría de la descolonización de nuestra cultura dependiente, habiendo pasado por los conquistadores europeos y caído en el intervencionismo de los Estados Unidos, con una frontera porosa de 4500 km.
Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los gringos! Por eso, nuestro sino es otra vez resistir la intervención voraz del imperio, con esa divisa perenne de que los vecinos del norte no tienen amigos, tienen intereses.
Hagamos votos porque los 35 millones de votos por la PresidentA Sheinbaum profundicen la revolución de conciencias y fortalezcan su fervor por la soberanía de México, prestos a pronunciarse por la No intervención.