La desinformación, el peor enemigo de la lactancia materna

Mitos y medias verdades sobre los beneficios de la lactancia materna, confunden a la mujer que esta alimentando a su bebé

2016-08-13

Colaboración: María José Madarnás

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Aunque se estima que el hábito de dar el pecho al bebé está incrementándose entre las madres mexicanas, las estadísticas recientes indican que solo el 20 por ciento de los bebés mexicanos son alimentados de forma exclusiva con leche materna hasta los seis meses. Por su parte, el promedio de la lactancia apenas es de 10 meses entre las madres que amamantan a sus hijos.

Las cifras mexicanas se alejan mucho de las recomendaciones que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta institución sanitaria internacional aconseja que la lactancia exclusiva se debe dar hasta los seis meses y luego se debe combinar la lactancia materna con otros alimentos hasta los dos años al menos.

Durante la primera semana de agosto se celebró la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que tiene la intención de promover este método de alimentación, difundir más información sobre las ventajas de la leche materna y aconsejar sobre cómo llevar a cabo este hábito.

¿Por qué hay tan pocas mujeres mexicanas que dan el pecho a sus bebés?

La principal causa es la persistencia de varios de los mitos que existen alrededor de la lactancia materna; mitos que son falsos y que están refutados de forma científica, pero que se mantienen gracias a la desinformación que existe en torno a este tema.

Entre las mentiras más extendidas está la de que hay algunas madres que no llegan a producir leche. Esto no es cierto, puesto que durante el embarazo todas las mujeres segregan hormonas que las preparan para la lactancia.

Lo que sí es cierto es que pueden darse algunos casos en los que tarda un poco más la bajada de la leche, sobre todo cuando se ha llevado a cabo una cesárea programada. Esto es debido a que mediante este tipo de cesárea se altera el reloj biológico natural del parto y no se da tiempo suficiente a que las hormonas preparen a la madre para la producción de leche para el recién nacido. 

En la gran mayoría de los casos con estimular la producción de leche colocando al bebé en el pezón para que succione es suficiente para que la madre pueda producir leche al cabo de unos días.

En caso de que algún problema concreto de salud impidiera la lactancia materna, se puede recurrir a los bancos de leche humana, manteniendo las medidas de higiene y esterilidad necesarias.

Mitos alrededor de la leche materna y la leche de fórmula

Son varios:

La leche ya no tiene nutrientes después de los seis meses: Falso. La leche nunca pierde sus cualidades nutricionales ni deja de aportar todos sus beneficios al bebé. Según el bebé crece, la leche de su madre se adapta para que reciba la alimentación adecuada. A partir de los seis meses se debe comenzar a introducir alimentos sólidos para hacer más variada la fuente de nutrientes del niño e ir facilitando la adaptación de su aparato digestivo.

La leche transparente no alimenta: La leche de la madre no es siempre del mismo color. Incluso a lo largo de una misma toma al principio será más clara que al final, pero toda la leche es rica en los nutrientes necesarios para el bebé.

La leche materna contiene bacterias que podrían enfermar al niño: Todo lo contrario. La leche materna contiene enzimas y anticuerpos que ayudan a proteger al niño contra enfermedades e infecciones y a desarrollar su flora intestinal, lo que reduce el riesgo de que sufra diarreas u otras enfermedades gastrointestinales. Además, la leche materna se digiere mucho mejor que la leche de fórmula.

La leche de los primeros días está estropeada y no se le puede dar al niño: esa leche, llamada calostro, funciona como una vacuna natural para el recién nacido. Es muy importante que tome el calostro para fortalecer su sistema inmunológico.

La información médica y nutricional correcta es el mejor arma en defensa de la lactancia materna y a través de ella, fomentar una mejor salud para los bebés mexicanos.

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