Japoneses descubren que longevidad está vinculada a células inmunes

"Células T" protegen al organismo de infecciones y podrían ayudar a combatir tumores cancerígenos

2019-11-18

NOTIMEX

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México, 17 Nov (Notimex).- Científicos japoneses descubrieron que la longevidad en los humanos está relacionada con altas concentraciones de "células T", que son parte del sistema inmune y que protegen el organismo ante las infecciones, y podrían ayudar a combatir tumores cancerígenos.

Los especialistas en investigación médica, Kosuke Hashimoto, Nobuyoshi Hirose y Piero Carninci, publicaron los resultados de un estudio sobre el secreto de los “supercentenarios”, personas que alcanzan los 110 años de edad o más.

Carninci y Hashimoto investigadores del Centro Riken de Ciencias Médicas Integrativas de Japón, y Hirose, científico del Centro de Investigación Médica Supercentenaria analizaron más de 41 mil células inmunes de siete supercentenarios y casi 20 mil sujetos más jóvenes.

Según los autores, el hallazgo más destacado fue que una gran proporción de las llamadas “células inmunes” de los supercentenarios provenían de un subconjunto llamado CD4 CTL, un tipo de célula T auxiliar, que puede atacar y matar directamente a otras células.

“La clave será entender cuál es el objetivo natural [de las células], lo que puede ayudar a revelar qué se necesita para una vida larga y saludable", destacaron los tres coautores del estudio en su declaración, publicada en la edición en línea de la revista Live Science.

Debido a que los supercentenarios son raros, aún en Japón, donde la longevidad es común, y la esperanza de vida es de más de 81 años en hombres, y más de 87 años en mujeres en 2018, los especialistas se encontraron con la dificultad de recolectar una gran muestra celular.

Por lo anterior el estudio se enfocó en una recolección de sangre completa, que llevó a los investigadores a aislar células inmunes de la sangre de siete supercentenarios y cinco participantes de control, con edades entre los 50 y los 80 años.

Luego, los científicos utilizaron un método avanzado llamado transcriptómica de células individuales para descubrir qué hacían cada una de las células inmunes, de manera individual; el método mide el ARN mensajero producido por los cientos de miles de genes de una célula.

El ARN es el mensajero intermediario que traduce las instrucciones genéticas del ADN al núcleo de la célula, que utiliza esas instrucciones para construir proteínas. Al leer esencialmente los datos del ARN mensajero, los investigadores pueden determinar la actividad de cada célula, identificándose efectivamente y definiendo su función.

El hallazgo más destacado fue que una gran proporción de las células inmunes de los supercentenarios provenían de un subconjunto llamado CD4 CTL, un tipo de célula T auxiliar, que puede atacar y matar directamente a otras células en la sangre.

"Esto es sorprendente, porque generalmente son un tipo de célula rara", escribieron Hashimoto, Hirose y Carninci a Live Science, resaltando que las células CD4, o células T auxiliares, generalmente no son combatientes, lo que significa que son capaces de atacar y destruir a “invasores” del sistema inmune.

Por lo general, sólo un pequeño porcentaje de todas las células T auxiliares son citotóxicas; Las personas más jóvenes en el nuevo estudio mostraron un promedio de 2.8 por ciento, mientras que en los supercentenarios fue de alrededor de 25 por ciento.

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