Las mil y una anécdota

Hola, soy María José, la nieta consentida de mi abuelo, tengo 3 años de edad, estoy aquí con él, sentada en sus piernas, para inspirarle su nuevo artículo, ésta es una hora muy difícil porque le da mucho sueño, le  pasa esto, porque viene muy cansado de su trabajo, siempre comemos juntos y después se pone a trabajar en su enfoque.

Lo anterior fue la única manera de que mi nieta me dejara elaborar el artículo, ella quería escribir sobre el amor que sienten los nietos por los abuelos y me pareció una buena idea, ya que por lo general somos los abuelos los que queremos hablar sobre nuestros nietos; aún no sabe escribir, pero, tiene una mente privilegiada y les aseguro, que sabe bien lo que dice y comprende a la perfección lo que piensa, por lo que me da la impresión de lo mucho que subestimamos el talento de los niños; quiero por ello aprovechar, su interés en lo que hago para entrevistarla sobre el tema que seleccionó, espero su comprensión en la redacción de este artículo; hagámoslo por el respeto a los derechos de los niños.

-Dime María José, que se siente tener abuelos.

-Se siente bien y mal.

_Por qué dices eso.

_Se siente bien, porque me gusta mucho tener abuelos, pero sobre todo abuelas, tengo varias abuelas, primero mi abuela María Elena, que me ha cuidado desde bebé, está también mi abuela Cecilia, mi abuela Calanda, mi abuela Tina y mi abuela Charo; siempre le pido a Diosito que las cuide mucho, porque las abuelas son necesarias para los nietos. Mis abuelas son como la virgen María, pues nos aman igual que ella, son muy buenas.

-Ahora dime María, ¿por qué dices que también se siente mal el tener abuelas?

_Se siente mal, porque a veces te regañan cuando te portas mal, los regaños son malos, porque siento que se están peleando conmigo y los pleitos no son buenos; a mí no me gusta que la gente se pelee.

-¿Y que es pelear?

-Es cuando gritan y se dicen cosas feas.

_¿Y que sientes cuando las personas se gritan y se dicen cosas feas?

_Me da tristeza, se me rompe el corazón, y siento que me muero. ¿Tú quieres que se muera tu nieta consentida?

_¡Claro que no! Yo te amo mucho también aunque tú ames más a tus abuelas.

_Me gustan más las abuelas porque son mujeres y me entienden mejor, yo también te amo abuelo.

_¿Qué te pasa cuando te pones triste?

_ Me siento mal y lloro.

_ ¿Qué le dirías a la gente que se pelea?

_ Que ya no se pelee, que sea compartida y se ame.

_¿Tus papás se pelean?

_No, ellos se dan besos y se aman, también juegan, los que se aman no se pelean.

Esa fue la última pregunta que contestó María, después me cobró la entrevista pues me pidió que jugáramos porque los abuelos amamos a los nietos.

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