La razón del corazón

ENFOQUE / Salomón Beltrán Caballero

2021-04-14

Salomón Beltrán Caballero

Y con mucha seguridad, me mantuve firme, pues me sentía dueño enteramente de mi voluntad, y mi voluntad obedecía la voz de conciencia, cuyos pensamientos procesados no se basaban sólo en teoría, pero un murmullo callado que parecía venir de la nada, me decía,  escucha al corazón y dale la razón, porque el espíritu que habita en ti y se mueve por una voluntad ajena, se debilita por la tristeza y por la pena, al no poderse nutrir del amor que lo suele consentir. 

Y mis noches de sueño ligero, que cambiaban  del blanco al gris, entrecortado mi anhelado descanso, no dejaba de recibir el llamado del corazón, necesitado de amor por consecuencia, buscando en ello hacer la diferencia, entre estar soñando o delirando.

Y en un momento de debilidad o fortaleza, mis ojos se cerraron para cegar a la tenaz conciencia y dejar que el corazón fuera la llave que abriera el candado de mi otrora férrea resistencia.

Y me dejé llevar por la fuerza del viento, que sin ser violento, me acercaba más a la paz que reclamaba mi angustiado  y estresado cuerpo, que más no podía con la rigidez del pensamiento.

Cuando la razón le asiste al corazón, no dudes en pensar que el llamado a la divinidad de Dios le asiste, sólo él conoce lo que tu espíritu requiere para mantenerse alegre y abandonar lo que lo tiene triste.

Ahora no te niegues a disfrutar lo que el Señor te obsequia ¿Acaso no sabes que tu voluntad atiende a la voluntad del Padre celestial, que insiste en hacerte feliz aunque tú no quieras? 

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