Definitivo: Cabeza de Vaca no puede ser candidato

DIMENSIÓN POLÍTICA / Ezequiel Parra Altamirano

2024-05-09

Ezequiel Parra Altamirano

TEPIC, NAY.- Por lo que hace a uno de los protagonistas políticos de mayor cinismo que hay en el norte del país, como es Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el Tribunal Electoral reiteró que no puede ser candidato del PAN a un lugar en la Cámara de Diputados por la vía plurinominal.

En respuesta, el exgobernador de Tamaulipas afirmó que obtuvo una suspensión provisional que cambia su situación jurídica para no ser considerado prófugo de la justicia, aunque se impuso el argumento de que una suspensión en un juicio de amparo no puede anular una resolución del Tribunal Electoral, que es la máxima autoridad en la materia y sus sentencias no pueden ser controvertidas.

SUS DEFENSAS

Diego Ruiz Durán, abogado defensor de García Cabeza de Vaca, afirmó en Aristegui En Vivo que el Consejo General del INE desconoció y desobedeció la Ley de Amparo al negarle el registro como candidato a diputado federal, después de que un Juez de Distrito en Materia de Amparo le otorgó dos suspensiones definitivas contra los efectos de las dos órdenes de aprehensión giradas en su contra.

Pero hay quienes opinan que el ex mandatario tamaulipeco, a quien se acusa de enriquecimiento ilícito con tantas pruebas en contra como que se tuvieron que llevar a la Cámara federal de los Diputados en una camioneta pick up, donde se ventilaba en su contra un juicio político, debiera habérsele aprehendido desde que entregó el mando al ahora gobernador, el cardiólogo Américo Villarreal Anaya.

HERMENEGILDO GALEANA

En cuanto a las biografías cortas que nos propusimos incluir en este espacio desde hace algunos días, hoy habremos de destacar la vida y obra de uno de nuestros héroes nacionales más emblemáticos cuyo nombre respondía al de Hermenegildo Galeana.

En resumen, Hermenegildo llevaba apenas unos días unido al ejército de José María Morelos y Pavón. Había vivido en carne propia algunas batallas de menor importancia. Sin embargo, fue el 13 de noviembre de 1810, en El Veladero, cuando tuvo oportunidad de mostrar su gallardía. En aquella ocasión, vio con orgullo como su cañón, “El Niño”, y el grupo de soldados que lo acompañaban hacia estragos en las filas realistas. A pesar de ello, la importancia de Hermenegildo Galeana en el bando insurgente estaba aún por demostrarse.

POCO A POCO SE GANA LA CONFIANZA DE MORELOS

Poco a poco, Galeana comenzó a ganarse la confianza de Morelos. El 29 de marzo de 1811, Morelos había caído enfermo y cedió el mando a un coronel de apellido Hernández, quien debía enfrentar a los españoles en el campo de los Coyotes. Sin embargo, cuando la batalla inició, Hernández decidió huir y dejar a los soldados en la refriega. Entonces, Galeana tomó el mando y condujo a sus soldados a responder al sitio que los realistas les habían puesto. A los seis días consiguieron romperlo. Hermenegildo Galeana salió, aquel día, no como un participante más de la lucha por la independencia, sino como un jefe cuyo destino estaba ligado a la libertad de la patria.

EL SITIO DE CUAUTLA

En los siguientes días y meses, los batallones de Morelos consiguieron victorias trascendentales en las cuales Galeana participio activamente. Pero fue en Cuautla en donde volvió a demostrar sus arrojos. Morelos había ordenado que se preparara al pueblo para enfrentar al ejército encabezado por Félix María Calleja. Galeana fue de los primeros en llegar y desde el primer día auxilió en las maniobras de fortificación de la plaza, aprovisionamientos y demás acciones necesarias para la defensa. Y fue gracias a ellas que el 19 de febrero de 1812 las fuerzas de Calleja, a pesar de contar con más hombres, tuvieron que hacer la retirada al ser expulsados por los insurgentes. El sitio se convirtió entonces en la estrategia española para hacer capitular a los seguidores de Morelos. 

Durante setenta y dos días, Cuautla estuvo asediada por las fuerzas realistas. Dentro del poblado escaseó la comida, el agua, pero nunca los ánimos de vencer el enemigo. 

Durante todo ese tiempo, Hermenegildo Galeana defendió con éxito el suministro de agua. Logró salir y entrar del cerco español para traer aprovisionamientos. Junto con Morelos, rechazó cualquier indulto ofrecido por Calleja cuando las peores circunstancias dictaban otra cosa. Y finalmente, fue uno de los que rompieron definitivamente el sitio el 2 de mayo de 1812.

CONGRESO DE CHILPANCINGO

Galeana estaba ya convertido en uno de los jefes insurgentes más importantes. Sus operaciones en Chilapa, Oaxaca y Acapulco, tiempo después del sito de Cuautla, resultaron siempre a su favor. Fue la política lo único que lo puso entre la encrucijada del desánimo y la derrota.

El congreso de Chilpancingo representa en la historia de México el primer intento por crear una base de gobierno. Ahí se establecieron los principales anhelos por lograr una nación próspera y autosuficiente. Sin embargo, también se tomaron decisiones militares que trazaron el destino de personas como Galeana.

APARECEN LAS DERROTAS PERO NO POR CULPA SUYA

El Tata Gildo, como le decían sus soldados, fue puesto bajo las órdenes de Juan Nepomuceno Rosáins, quien tenía poca experiencia militar. Las derrotas, por tanto, comenzaron a ser frecuentes y Galeana tuvo que escapar de la muerte en varias ocasiones. Pensó entonces en retirarse de la contienda, pero su lealtad a Morelos y a la obra que estaban trazando juntos lo disuadió. Su última gran defensa fue en El Veladero, de donde tuvo que escapar hacia Coyuca. Ahí fue atacado de nueva cuenta. Galeana intentó escapar a galope, pero la mala suerte le hizo golpearse y caer de su caballo. Los realistas lo encontraron doliéndose en el suelo. Nadie se atrevía a acercársele. Excepto un soldado de nombre Joaquín León, quien antes de que pudiera defenderse, le disparó en el pecho. Galeana, a pesar de ello, intentó sacar su espada, pero León se apresuró y de un tajo le corto la cabeza. Corría el 27 de junio de 1814.

Su cabeza fue puesta en la punta de una lanza en la plaza de Coyuca para escarmiento de los insurgentes y su cuerpo, enterrado en un sitio sin precisar. Aquel día, la rebelión de Morelos recibió uno de sus más duros golpes. Galeana, sin embargo, había recorrido a sus 52 años el camino hacia el heroísmo.

Por hoy es todo y mañana será otro día.

¡CONSUMATUM EST! 

¿Alguna opinión? Escríbame:

ezpa70@yahoo.com.mx

Derechos Reservados © La Capital 2024