Destacan avances tecnológicos en obstetricia y atención del embarazo

El Instituto Nacional de Perinatología cuenta con una clínica de cirugía fetal para la atención de casos de mielomeningocele

2025-09-02

AGENCIAS

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CIUDAD DE MEXICO.- El avance tecnológico ha permitido que la obstetricia pueda brindar una atención más efectiva a mujeres embarazadas con algún factor de riesgo especial, indicó el subdirector de Servicios Auxiliares de Diagnóstico del Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes (INper), Osvaldo Miranda Araujo.

El especialista señaló que entre estos avances se encuentran los estudios para identificación de riesgo que, mediante protocolos, algoritmos y modelos, pueden predecir anomalías cromosómicas genéticas y nacimientos prematuros; definir probabilidades de desarrollar preeclampsia o llevar a cabo estudios de ADN fetal en sangre materna.

En el marco del Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada, el doctor Miranda agregó que actualmente hay modelos de predicción basados en inteligencia artificial que permiten incrementar la capacidad de los métodos diagnósticos para un alcance mayor y poder incluir en los protocolos de intervención oportuna a más pacientes en riesgo. 

Otro adelanto ha sido la posibilidad de cirugía in útero (cirugía fetal). El INper cuenta con una clínica de cirugía fetal que atiende pacientes, cuyo feto presenta alguna alteración susceptible de manejo quirúrgico. Debido a que son pocas las alteraciones que pueden manejarse in útero, específicamente se refiere a fetos que tengan algún defecto del tubo neural, por ejemplo, mielomeningocele (tipo de espina bífida que ocurre cuando los huesos de la columna vertebral de un bebé no se forman con normalidad durante el embarazo).

La cirugía in útero, utilizando láser, también se emplea en complicaciones de embarazos gemelares monocoriales, es decir, aquellos embarazos gemelares en los cuales se cuenta sólo con una placenta que se encarga del soporte nutricional a los dos fetos. Se estima que entre un 15 a 20 por ciento de estos embarazos pueden tener complicaciones y algunas de ellas pueden ser tan severas que requieran tratarse con este tipo de cirugía.

Un avance más es la implementación de la telemedicina, que ha permitido llegar a lugares lejanos y brindar atención especializada a pacientes con alguna alteración en su embarazo. La telemedicina se lleva a cabo con los estados de la República y ya hay proyectos institucionales que contemplan expandir la atención de tercer nivel a zonas cada vez más distantes.

Esta tecnología ha permitido, a través de convenios, mantener vínculos con otras instituciones para poder acceder a esa población. Incluso hay proyectos para trabajar con hospitales del IMSS-Bienestar en el sureste del país y a través de la telemedicina desarrollar proyectos que permitan mejorar las condiciones de atención perinatal de pacientes en estados particularmente vulnerables, y mejorar sus indicadores, entre ellos la muerte materna. 

En México anualmente ocurren alrededor de 2 millones de nacimientos, en general se considera que se presentan 52 nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil. El promedio de edad de las mujeres embarazadas en México es de 27 años. El INper atiende entre 2 mil y 3 mil nacimientos por año.

El doctor Osvaldo Miranda Araujo puntualizó que un factor adicional importante es la implantación de los bancos de sangre, ya que en la obstetricia y en la vida perinatal, más en el nacimiento, uno de los factores que está contemplado casi siempre es la posibilidad de hemorragia obstétrica (cuando en el nacimiento hay una hemorragia estimada a más de mil mililitros).

Detalló que los riesgos de salud en el embarazo pueden definirse como riesgos fetales; neonatales o de recién nacido y, maternos. Los riesgos fetales, pueden ser bajo peso al nacimiento, nacimiento prematuro (antes de las 37 semanas) alguna malformación o alteración estructural. 

Dentro de los riesgos maternos esta la preeclampsia, diabetes, hemorragias, infecciones durante el embarazo, infecciones asociadas al nacimiento, o enfermedades trombóticas. 

En ese sentido, las y los profesionales obstétricos se encargan de identificar factores de riesgo, definir intervenciones preventivas oportunas y de ofrecer una labor educativa, proporcionando atención basada en evidencia científica.

La Norma Oficial Mexicana define un número determinado de consultas durante el embarazo, idealmente ocho o al menos cinco, en pacientes de bajo riesgo. En el INper, debido a que es una instancia que atiende pacientes de alto riesgo, el número de consultas es variable, dependiendo de los factores identificados en el ingreso y en el curso de su gestación.

Miranda Araujo concluyó que toda mujer que busque embarazarse, debe acudir al médico ginecoobstetra para identificar oportunamente cualquier factor de riesgo y mejorar algunas condiciones como las de tipo nutricional o de enfermedades preexistentes (presión alta, diabetes, etcétera), las cuales pueden llevar un control.

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