Del campo a la ofrenda: dulces y platillos para Día de Muertos

Calaveritas de alfeñique, tamales, atole y calabaza en tacha, entre otras preparaciones, acompañan las ofrendas del Día de Muertos

2025-10-29

AGENCIAS

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CIUDAD DE MEXICO.-Los tamales son un alimento que no puede faltar en ninguna ofrenda de Día de Muertos. Se encuentran envueltos en hoja de maíz o plátano, varían en sabor y relleno según la región, que se pueda acompañar con atole, elaborado con maíz, piloncillo y canelaLos tamales son un alimento que no puede faltar en ninguna ofrenda de Día de Muertos. Se encuentran envueltos en hoja de maíz o plátano, varían en sabor y relleno según la región, que se pueda acompañar con atole, elaborado con maíz, piloncillo y canela

Las ofrendas del Día de Muertos son una de las tradiciones más entrañables de la cultura mexicana. En ellas se fusionan historia, fe y gastronomía para rendir homenaje a quienes ya partieron. Esta tradición, que tiene raíces prehispánicas, ha perdurado por siglos y se ha enriquecido con los ingredientes y sabores que hoy forman parte del patrimonio culinario de México.

Desde tiempos de los aztecas, las ofrendas se decoraban con figuras hechas de amaranto. Con la llegada de los españoles, el azúcar se incorporó a estas preparaciones, dando origen a las famosas “calaveritas” de alfeñique, un dulce elaborado con una pasta de azúcar moldeable que permite crear verdaderas obras de arte.

Hoy en día, las y los artesanos mexicanos muestran su talento y creatividad con calaveras, ataúdes, catrinas y corazones hechos de azúcar, chocolate, amaranto o cereales.

Tradición con sabor

Los tamales son un alimento que no puede faltar en ninguna ofrenda de Día de Muertos. Se encuentran envueltos en hoja de maíz o plátano, varían en sabor y relleno según la región, que se pueda acompañar con atole, elaborado con maíz, piloncillo y canela.

Uno de los postres más antiguos del país, típico de las ofrendas rurales y de los hogares del centro de México, es la calabaza en tacha. Es cocida con piloncillo, canela y clavo. También se puede preparar con otras especias, como anís estrella o con otras frutas como guayabas, trozos de caña de azúcar, naranjas e incluso hojas de higuera.

El camote y dulce de calabaza son postres sencillos y con sabores de antaño, que pueden prepararse con miel o azúcar. Son una buena opción para recibir a nuestros seres amados.

Del campo a la ofrenda

La Dirección General del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (DGSIAP) es el organismo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRICULTURA) que da seguimiento a los productos empleados para la preparación de estos dulces y platillos tradicionales.

En 2024:

Calaveritas de chocolate: La producción nacional de cacao ascendió a más de 28 mil toneladas, principalmente en Tabasco, Chiapas y Guerrero.

Amaranto: La producción de amaranto cerró con siete mil 200 toneladas, con una aportación destacada de Puebla, Tlaxcala y la Ciudad de México.

Caña de azúcar: Este cultivo, que es indispensable para endulzar todo tipo de platillos, registró más de 53 millones de toneladas a nivel nacional. Veracruz se colocó como el principal productor.

Calabaza de castilla: Es la variedad indicada para la calabaza en tacha y cerró 2024 con 39 mil 225 toneladas.

Cada uno de estos alimentos tiene un significado especial. Representan no solo los gustos del ser querido, sino también la unión entre el mundo de los vivos y el de los muertos a través del aroma, el color y el sabor.

Así, entre velas, flores de cempasúchil y el perfume del incienso, los altares mexicanos se convierten en una auténtica ofrenda de amor que alimenta al alma y el corazón.

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