Hoy día de desfiles en todo el país, incluido Nayarit

DIMENSIÓN POLÍTICA / Ezequiel Parra Altamirano

2025-11-20

Ezequiel Parra Altamirano

TEPIC, NAY.- Hoy es 20 de noviembre de 2025 y por lo tanto, conmemoramos un aniversario más del inicio de la Revolución Mexicana, primera revolución social del Siglo XX que propició una nueva Constitución General de la República que gracias a ella se dio vida a nuestro Estado Libre y Soberano de Nayarit.    

La Revolución Mexicana fue iniciada a convocatoria del hijo de hacendados norteños muy acaudalados llamado Francisco Ignacio Madero, cuya biografía la destaca el escritor Mario Tapia en su obra titulada “101 biografías en la historia de México”.

MUERTE DE GUSTAVO MADERO, SU HERMANO 

Tapia refiere que “cuando se enteró del asesinato de su hermano Gustavo, Francisco supo que todo había acabado. Había creído en el que ahora era su peor enemigo y quizá, su ejecutor. Le dolía su país y su familia más que su propio destino. “Había entregado sus horas más importantes al país, a la Revolución y a su creencia de que los mexicanos merecían justicia, igualdad, democracia y libertad. Nada más por ello había aceptado encabezar una revolución. Sólo por esa razón acepto contender por la presidencia cuando el dictador había sido derrocado. En aquel febrero de 1913, sus horas estaban contadas.”

NO CREÍA EN LA VIOLENCIA, PERO…

Sigue relatando Tapia que Madero, nacido un 30 de octubre de 1873 en el seno de una muy acaudalada familia norteña, en la Hacienda de El Rosario, en Parras, Coahuila, no creía en las acciones beligerantes y nunca se hubiera imaginado estar al frente de una revuelta. Su plan se basaba en la política, la democracia y la paz. En un libro que tituló La Sucesión Presidencial en 1910, establecía: “ésta es la oportunidad más propicia para conquistar nuestra libertad con las armas de la democracia”.

Funda un partido, llamado Partido Antirreeleccionista. En convención nacional, realizada en abril de 1910, se decidió que fuera el candidato a la presidencia. Porfirio Díaz respondió con furia. Madero fue aprehendido en San Luis Potosí por haber “difamado” al presidente en un discurso. 

Con Madero en prisión, el fraude electoral del domingo 26 de junio se generalizó por todo el país. La farsa aumentó las simpatías del pueblo a favor de Madero.

El coahuilense, entonces, decidió tomar una alternativa distinta a la transformación del país por la vía electoral. Una opción que nunca pensó tomar: encabezar un levantamiento armado. En el mes de octubre escapó de su cautiverio y huyó rumbo al norte. En San Antonio, Texas, se encontró con varios correligionarios y desde ahí proclamó el Plan de San Luis. La Revolución Mexicana estaba por estallarle en la cara a don Porfirio.

EL 20 DE NOVIEMBRE, FECHA INOLVIDABLE

Una de las particularidades del plan es que especificaba el inicio del levantamiento para el 20 de noviembre. Aquel día pocos brotes fueron exitosos. Sin embargo, la mecha revolucionaria estaba prendida. Con el paso de los meses, el ejército de Díaz comenzó a enfrentarse con más partidas adheridas a Madero. Poco a poco, el país fue despertando. 

La caída del sistema porfirista fue estrepitosa. Tropas al mando de Madero sitiaron y atacaron Ciudad Juárez. El ejército porfirista, viejo y mal armado, cedió la plaza el 10 de mayo de 1911 y, con ella, toda la historia de treinta años atrás. Díaz no tuvo más remedio que presentar su renuncia y marcharse al exilio.

PRESIDENTE PROVISIONAL

Madero, de acuerdo con el Plan de San Luis, fue nombrado presidente provisional. Sin embargo, creía en la democracia y de inmediato renunció a su cargo dejando a Francisco León de la Barra, quien convocó a elecciones presidenciales. 

Desde ese momento, Madero se lanzó a recorrer el país en una de las campañas electorales más completas y exhaustivas hasta ese momento en la historia del país. La población le brindó su total apoyo y para el 6 de noviembre, el coahuilense era presidente constitucional. 

Su gobierno no fue lo que todos esperaban. Los grupos revolucionarios se desencantaron con rapidez al notar que Madero no transformaría radicalmente las instituciones. El gabinete, en lugar de ser ocupado por sus compañeros de combate, fue integrado en su gran mayoría por antiguos porfiristas. Por si eso fuera poco, el cuerpo diplomático, encabezado por el embajador estadounidense, Henry Lane Wilson, comenzó a presionarlo para continuar con el antiguo sistema, Madero muy pronto se vio entre la espada y la pared. 

REBELIONES EN CONTRA DE MADERO 

Desde temprano se encontró con rebeliones en su contra. Bernardo Reyes y Emiliano Zapata se levantaron apenas unos días después de su toma de posesión. Pascual Orozco se hizo a las armas a lo largo de 1912 y en octubre de ese año, Félix Díaz, sobrino de don Porfirio, tomó por unos días el puerto de Veracruz. Su irrestricto respeto a las leyes y su confianza sobrenatural en las personas estaban llevando al gobierno al abismo.

La prensa, que tras tres décadas de censura gozó con Madero de total libertad de expresión, se lanzó en su contra, incluyendo en la población. De nada bastaba que, para fines de 1912, el país diera atisbos de estabilidad. Las rebeliones habían sido sofocadas o, por lo menos, no representaban un riesgo latente a la paz del país. El presidente había hecho cambios en el gabinete, incluyendo a algunos revolucionarios en el plan gubernamental y comenzado a realizar programas en beneficio de la población, pero para entonces ya era demasiado tarde.

LA CONJURA Y LUEGO LA DECENA TRÁGICA 

Su propio círculo tramó una conjura en su contra, que contó con el apoyo del embajador estadounidense. El presidente, con sus malas decisiones, había cavado su propia tumba. La peor de ellas, fue darle su amistad y confianza a un militar de nombre Victoriano Huerta.

El nueve de febrero, un levantamiento encabezado por Reyes y Díaz estalló en la Ciudad de México. Durante diez días - por ello se le llama Decena Trágica -, los sublevados se concentraron en la Ciudadela y lucharon contra un inoperante ejército comandado por Huerta. La traición definió el transcurso de los días.

MADERO APREHENDIDO Y 4 DÍAS DESPUÉS ASESINADO

A pesar de los intentos de Madero por acabar con la rebelión, el control se le había ido de las manos. Por instrucciones de Huerta, que había pactado con Díaz en la embajada estadounidense, Madero fue aprehendido en el propio Palacio Nacional. 

Durante cuatro días, tanto él como el vicepresidente José María Pino Suárez estuvieron a los designios del traidor. Renunciaron a sus posiciones y en la noche del 22 de febrero comenzaron los preparativos de su traslado a la Penitenciaría de la ciudad. Antes de llegar a ella, sin embargo, fueron asesinados por sus captores.

Sólo una traición pudo acabar con el Apóstol de la Democracia. Entre Huerta y sus malas decisiones, la Revolución perdió a uno de sus seres más queridos.

Por hoy es todo y mañana será otro día.

¡CONSUMATUM EST! 

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