Jaumave, del esplendor a la tristeza
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2014-02-14
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2014-02-14
Jaumave es un pueblo de ensueño, risueño, encantador y lleno de vida, rodeado por frondosos nogalares, acariciado por el canto de las guacamayas y bañado por las cristalinas aguas de los ríos Guayalejo, El Chihue, Los Ángeles, El Ojito y otros afluentes que descienden por las cordilleras de la Sierra Madre Oriental.
Es tierra de nobles varones y hermosas mujeres que despiertan con la luz delo nuevo amanecer.
Se preparan para iniciar sus jornadas rutinarias; encender la fogata, preparar el café “pal viejo”; el desayuno para que lleve también su itacate de gordas y se vaya a tallar lechuguilla. Otros realizan diversas faenas propias del campo como “del pueblo”; lo importante es trabajar pa obtener el dinero necesario que les permite ir a las tiendas rurales a comprar frijoles, maíz, café, el fideo y unos cuantos productos de gallina.
No alcanza para más; la leche, el arroz, la carne y las verduras han pasado a segundo término, mientras que las cabras ya ni leche quieren dar y por ello los quesos también han desaparecido de las meses, no así el molcajete lleno de chile serrano sin faltar en ocasiones el jitomate, la cebolla y los nopalitos.
Esto es el campo jaumavense, donde las parcelas se niegan a seguir produciendo su generoso producto, ya por falta de lluvias o las inclemencias del tiempo, pese a lo cual, el hombre se resiste a dejarse vencer por la adversidad y sigue en su lucha por ser ejemplo de tenacidad y perseverancia frente a sus hijos, para lograr que algún día vivan en mejores condiciones de vida, como lo hizo aquel pastorcito llamado “El Benemérito de las Américas”, Don Benito Pablo Juárez García, que nació un 21 de marzo de 1806, en San Pablo Guelatao, Oaxaca, y llegó a ser el presidente de los mexicanos en varias ocasiones.
Vaya, ni el furioso y devastador ciclón de 1909 que flageló la región, hizo que sus habitantes se atemorizaran; por el contrario, se irguieron altivos ante la adversidad y salieron adelante, luego de que el mismo huracán provocó la muerte de tres mil 500 regiomontanos, mil 500 desaparecidos y miles de damnificados, al desbordarse el río Santa Catarina, como sucedió en 1988 con el huracán Gilberto, allá en Monterrey.
Hoy, Jaumave puede presumir que cuenta ya con caminos pavimentados, con ejidos con servicio de agua potable, electrificación, buena infraestructura educativa- jardines de niños, primarias, secundarias, telesecundarias, CBTIS, Normal, Politécnica, talleres de música y danza, de manualidades, enfermería y cocina.
Hasta ahí vamos bien, aunque en los últimos dos trienios se construyen obras con pésimo material y no por culpa de las autoridades municipales, sino de las compañías constructoras enviadas desde el centro de Tamaulipas, aunque eso sí, el Ayuntamiento quedó muy endeudado por las más de 50 demandas laborales que pesan en contra de la administración de Ricardo Quintanilla y Epigmenio Villarreal Valadez, que no desearon enfrentar esta grave situación que ahora se ha convertido en un auténtico lastre que ahora al gobierno que preside José Ramón Eguía Navarro.
Todo ello tiene preocupado a los jaumavenses, veterana estirpe de los janambres, pisones y pames, pues a través del tiempo vieron con desesperación cómo fueron abatidos por las armas empuñadas por José de Escandón y Helguera, obligándolos a replegarse y buscar las cuevas como refugio en lo más intrincado de la sierra.
Ahora, es el Presidente Municipal José Ramón Eguía quien con toda su desesperación tuvo que dar a conocer la dolorosa noticia que ha tomado medidas drásticas para enfrentar cubrir el millonario adeudo que le heredaron sus antecesores, por lo que recurrió al apoyo del Gobernador del estado, ingeniero Egidio Torre Cantú, para lograr a través de un empréstito inicial de tres y medio millones de pesos cubrir los pagos de algunos ex empleados que ganaron el laudo en la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Adeudos que debió cubrir el millonario empresario sabilero Ricardo Quintanilla, principalmente.
No lo hizo y le heredó la cuenta a Epigmenio Villarreal y éste a su sucesor que se encuentra imposibilitado para hacer más obras con recursos propios; peor aún, para ayudar a las familias que requieren de ayuda inmediata, tanto para trasladarse a ciudad Victoria en busca de atención médica o bien medicamentos que no hay en la farmacia del DIF.
Recomendable es que el alcalde adelgace su plantilla de colaboradores|, pues en el DIF tiene dos médicos y de dos no se hace uno, porque el paciente debe enfermarse a la hora que ellos dicen estar en el consultorio y no cuando al enfermo se le ocurra “el dolor de estómago”, mientras que las ocho secretarias se la pasan “chacoteando”, aprovechando que la presidenta del DIF Municipal, María de los Ángeles Borjas Pérez, atiende compromisos de agenda con la presidenta del DIF Tamaulipas, María del Pilar González de Torre u otros donde tiene que acompañar a su esposo, para gestionar más beneficios que entregan a la población.
Aunque hay que decirlo también, hay despensas que no se entregan, ni cobijas, porque tienen otro destino, lo que es preocupante más no privativo de Jaumave, porque igual sucede en los restantes 42 municipios que están súper endeudados como Nuevo Laredo con más de dos mil 400 millones de pesos, Reynosa, Matamoros, Tampico, Madero, Llera de Canales, Miquihuana.
Para que escribir cuestiones tristes cuando estamos celebrando el día del amor y la amistad, donde todo es color de rosa, donde las flores perfuman el ambiente, más aún, cuando los priístas tamaulipecos rindieron cálido homenaje en el 50 aniversario del nacimiento del siempre llorado amigo, gran luchador social y visionario tamaulipeco: Rodolfo Torre Cantú.
Por cuestiones de trabajo nos tocó estar presente en el evento celebrado el Comité Campesino de Casas, presidido por el alcalde Santiago Avalos Medina, gran amigo de Rodolfo, por supuesto que también de su hermano Egidio, del doctor Egidio Torre Cantú, a quien se le recordó con un homenaje rendido en el Polyforum, con la asistencia del Gobernador Egidio, su esposa María del Pilar, el estimado doctor Egidio Torre Cantú, los alcaldes de Tampico y Victoria, diputados locales y federales, como Paty Araujo y Rosalba de la Cruz, funcionarios y demás políticos de la nueva era.
Por cierto que “Chago Avalos”, como alcalde de extracción campesina, acompañó al Gobernador Torre Cantú a la entrega del reconocimiento que le entregó la CNC en la ciudad de México, por su amplio apoyo al ser agropecuario, contando con la presencia del líder estatal agrario Juan Báez Rodríguez, lo mismo que de los alcaldes del ex Cuarto Distrito, como José Ramón Eguía, Juan Andrés Díaz Cruz, de Tula, Jaime Barragán, de Palmillas, el de Llera, Pablo Valadez Hernández, Chaires de Bustamante, Julio César López Walle, de Guemez y…
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