Burocracia tóxica y ofensiva

POLVO DEL CAMINO / Max Avila

2025-10-26

Max Avila

Mortificaciones no faltan. Ahora resulta que Omar García Harfuch y Ninfa Salinas Sada son novios manteniendo discretamente su amor durante varios años, pero como lo que no descubre el agua lo hace el tiempo, dicha relación se convirtió en chisme de trascendencia no imaginada. Usted dirá, “¡y a mí que jijos me importa si ni parientes somos!”. Tiene razón porque cada quien hace de su vida un papalote. Sin embargo, el romance no es como cualquiera porque adquiere dimensiones que de alguna forma tocan fibras sensibles de la 4T.

Me explico.- la dama es hija nada menos que del dueño de Televisión Azteca y una cadena de negocios que lo convierten en uno de los más ricos de México, además de presunto evasor en gran escala de impuestos fiscales siendo considerado el enemigo número uno del SAT, es decir de Hacienda, es decir del Supremo Gobierno. Y ni modo que sea invento puesto que Doña Claudia no pierde oportunidad de exhibirlo precisamente por la serie de artimañas que utiliza pa’ no pagar lo que debe. Y es que el hombre bien aprovechó sus relaciones con anteriores integrantes del Poder Judicial creyendo que saldría triunfante de los pleitos que se trae con la autoridad correspondiente.

Es opinión del columnista que Salinas tendrá que saldar las cuentas pendientes y más vale que lo haga a la brevedad porque es claro que la ley en la materia está presta para actuar en consecuencia, lo cual no extrañaría si es que resulta cierto eso de que todos estamos en la obligación de contribuir a los gastos de la república.

Pero ha de saber que Salinas se resiste y agrava el problema. Recientemente organizó un festival por su cumpleaños setenta siendo pretexto para atacar y ofender de nueva cuenta a los principales personajes de la Transformación con grotescas representaciones suponiendo que ello suavizará y hasta evitará acciones en su contra. En este sentido el de la voz anticipa la proximidad de un escándalo que podría tener repercusiones internacionales. Algo así como cancelar la concesión a Televisión Azteca y en caso extremo decomisar los bienes que garanticen la deuda que alcanza, según dicen, setenta mil millones de pesos. Y deje que también en EU lo traen de la cola por el mismo tema. Se ve que don Ricardo es duro pa’ pagar.

Lo cierto es que el padre de Ninfa es enemigo del supremo gobierno ya lo dije. Su hija, por lógica, está con él en cualquier situación. Es aquí donde entran los sentimientos de Omar García Harfuch, sin duda el funcionario más consentido de doña Claudia. ¿El amor lo obligará a renunciar a la Secretaría de Seguridad donde ha hecho un papel más o menos decoroso?. Y es que no puede mantener una posición ambigua. Sea como fuere es indudable que este caso sale de la esfera personal convirtiéndose en asunto de estado.

La relación entre Ninfa y Omar no puede seguir debido a las complicaciones públicas a que podría conducir, insisto. El hombre está entre la espada y la pared, o se impone el criterio institucional y endurece el corazón, o da rienda suelta a su condición humana valiéndole pura progenitora el compromiso contraído con la 4T dejándose llevar por satisfactores de placer mundano… Oiga esto ya parece capítulo de cualquier lacrimosa telenovela de media tarde dirigida a las amas de casa con alta carga de frustración y amargura producto del abandono conyugal. ¡Ay güey!.

SUCEDE QUE

Si usted pretende realizar algún trámite en la oficina fiscal estatal por simple que sea, aconsejo llevar hasta el acta de nacimiento de su abuelita porque están más requisitosos que la madre de una joven pedida en matrimonio. Y no exagero porque la burocracia está imposible. En la sección de atención a la tercera edad los escritorios por lo general lucen vacíos y largas filas esperando que los príncipes y reinas de Inglaterra (así se creen), regresen del almuerzo o la comida, es decir “de la güeva” de horas acostumbrada. Y si regresan solo es para maltratar al público o de plano exigir irrisoria documentación obligando a pérdida de tiempo con puras tonterías. (¡Ah, pero si aparecen “los coyotes” hasta les ofrecen café y ya sabe por qué!). Pareciera que desean que el gobernador Américo Villarreal Anaya quede mal con la gente. ¿Será que Cabeza de Vaca todavía tiene metidas las manos en dicho lugar?. Solo que por eso sea.  En este aspecto “estábamos mejor cuando estábamos pior”, como dijo aquel. 

Y hasta la próxima.

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