Un brindis por el Año Nuevo con la sidra mexicana

CIUDAD DE MEXICO.- Bebida burbujeante y dulce, la sidra es el resultado de una historia milenaria, de saberes agrícolas heredados por distintas civilizaciones y del trabajo incansable de las y los productores nacionales, quienes cada año convierten la manzana en celebración.

La sidra posee una historia larga y fascinante, pues civilizaciones como la hebrea, egipcia y griega ya la consumían. Sin embargo, fueron los árabes quienes dieron un paso fundamental en su evolución al desarrollar avanzados sistemas agrarios y perfeccionar los procesos de fermentación.

Con el paso del tiempo, la sidra llegó a Europa. Ahí, los españoles, particularmente en la región de Asturias, le imprimieron un sello propio y dieron origen a una sidra más ácida, seca y burbujeante que se convirtió en símbolo de identidad cultural.

El sabor de Puebla

Las variedades de manzana cultivadas para preparar sidra incluyen: golden delicious, gala, red delicious, top red y starking. No obstante, la manzana criolla es la más importante por su característico sabor afrutado y cualidades únicas para llevar a cabo una mejor fermentación. Recién cortada, su sabor es ligeramente ácido, pero al madurar se torna dulce.

El proceso de fermentación es fundamental para lograr su sabor característico. De manera tradicional, la sidra que se comercializa cada año lleva aproximadamente un año de fermentación. Esto significa que este fin de año se consume una sidra preparada con manzanas cosechadas dos años antes, un detalle que habla de la paciencia, planeación y cuidado que hay detrás de cada botella.

De acuerdo con la Dirección General del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (DGSIAP) de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Puebla produjo 18 mil 494 toneladas de manzana criolla de las 34 mil 348 cultivadas en 2024.

Sólo este estado registró un valor de producción del cultivo y cosecha de manzana criolla de 106 millones 704 mil pesos, mientras que a nivel nacional se contabilizaron 257 millones 378 mil pesos. Esto representa importantes ingresos para miles de familias campesinas dedicadas a esta actividad por generaciones.

¿Sabías que…? Los principales centros de producción, tanto de sidra como de manzana, se ubican en los municipios de Zacatlán, Chignahuapan y Tlachichuca, en Puebla.

Con estos números, Puebla supera a Chihuahua, Querétaro, Durango y Coahuila, que también son entidades clave en la producción de la bebida.

Historia y trabajo campesino

Así que antes de levantar las copas, recuerda que cada burbuja de sidra encierra historia, tierra, clima y trabajo campesino. Brindar con sidra mexicana es un reconocimiento a la labor de miles de productoras y productores de manzana que, desde los huertos poblanos y otras regiones del país, hacen disfrutar mejor el cierre de un ciclo y acompañar los buenos deseos en Año Nuevo. ¡Salud!