Xóchitl Gálvez ¿vendepatrias?

Días atrás escuché la respuesta de Xóchitl Gálvez a la equiparación de un periodista, de ella en su participación como oradora en el Wilson Center con los mexicanos que fueron hace tiempo a buscar un emperador que nos gobernara, compatriotas a quienes se les endilgó, por los liberales juaristas, el mote de vendepatrias.

El Woodrow Wilson International Center for Scholars, conocido como Wilson Center, es un think Tank, o Gabinete de Comunicación Estratégica, o Tanque de Pensamiento creado por el Congreso de los Estados Unidos. El Instituto México, parte del Wilson, es presidido por Luis Téllez, ex Secretario de Comunicaciones y Transportes de Felipe Calderón.

El año pasado, el Wilson Center publicó un folleto titulado Mexico’s Next President: Challenges and Recommendations (https://www.wilsoncenter.org/event/mexicos-next-president-challenges-and-recommendations), donde les dice a Claudia Sheinbaum y a Xóchitl Gálvez qué políticas aplicar, en caso de ganar la presidencia de la república, en temas de energía, migración, T-MEC, seguridad, agua y “nearshoring” o reubicación de empresas desde Asia a México principalmente. Citaré aquí lo relacionado con energía y “nearshoring”.

En energía y cito textual el pasaje del folleto: “PEMEX simplemente carece del ancho de banda y la experiencia para explotar en su totalidad las abundantes reservas que aún tiene, particularmente aquellas que se encuentran en aguas profundas del Golfo de México y en los campos petroleros tierra adentro. Permitir y alentar a PEMEX asociarse con firmas privadas, como lo estableció la reforma energética del 2013, será esencial para mover a la compañía hacia adelante en términos de mayor producción y capacidad técnica. La cesión parcial de derechos de exploración y extracción en favor de terceros provee un modelo de riesgo compartido e incremento en la capacidad que será instrumental para aumentar la seguridad energética”, entendiendo por seguridad energética la habilidad de la nación para satisfacer la demanda de energía presente y futura, y para aprovechar las ventajas del “nearshoring”.

 ¿Qué dijo Xóchitl al respecto en el Wilson Center? Que México no está preparado para aprovechar el nearshoring porque no produce la energía suficiente, limpia y barata. ¿Será que si llega a la presidencia Xóchitl resucitará las reformas estructurales iniciadas por Calderón y culminadas por Peña Nieto?

Xóchitl no solo hizo suyas las recomendaciones del Wilson Center, añadió que México ha retrocedido en salud, educación y legalidad, lo que ha resultado en déficit de “capital humano”, permisividad al crimen organizado, un clima de incertidumbre para la inversión debido a los ataques frecuentes del presidente López Obrador a los organismos autónomos y al poder judicial, así como la “destrucción de las áreas de inteligencia y seguridad civiles”. Total, desde su punto de vista, la abanderada (que se dice apartidista y candidata de la sociedad civil) del PRI, PAN, PRD y un buen número de membretes que se dicen “sociedad civil”, fue a los Estados Unidos a pintar un México próximo al colapso debido a que está tomado por el narco, es gobernado por un dictador, no hay libertad de expresión y la democracia está en riesgo porque el presidente, que tiene cerca del 70 % de aceptación por parte de los mexicanos, va a comprar los votos para Claudia Sheinbaum. Y finalizó pidiendo a los norteamericanos que “estén muy atentos a lo que pasará en México durante las elecciones de este año y apoyen a las organizaciones de la sociedad civil y a las instituciones democráticas…”. Temo que esa petición es un llamado a la intervención de un poder extranjero en asuntos que a los mexicanos nos toca procesar.

Por supuesto, a la candidata se le pasó referir los logros de la Cuarta Transformación como la fortaleza del peso frente al dólar, la disminución significativa de homicidios dolosos y otros delitos, el aumento de las reservas del Banco de México, la cuantiosa inversión extranjera, la confianza de los mexicanos viviendo en los Estados Unidos reflejada en los cerca de 60 000 millones de dólares enviados al país, las ganancias, sin comparación con el pasado, que han obtenido los bancos y la iniciativa privada, las pensiones para adultos mayores, las becas para estudiantes de bajos recursos económicos, el programa La Escuela es Nuestra, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y un largo etcétera.

¿Habrá comparación entre lo que Xóchitl fue a pedir a los estadounidenses y lo que solicitaron en su momento los conservadores vendepatrias el siglo XVII? Lo escrito por Fabricio Mejía Madrid en relación a la adopción de Gálvez de las recomendaciones del Wilson Center es ilustrativo: “lo que Xóchitl hizo en el Wilson Center fue comerse el plato y pedir para llevar” Juzgue usted: ¿vendepatrias o no?